La casa del faro de Ajo

El alojamiento

La casa se encuentra en el cabo de Ajo. Es un chalet pareado de 180 metros cuadrados con una parcela de 1000 metros cuadrados.

Lo más impactante son las vistas preciosas del mar y las puestas de sol. La casa tiene calefacción y suelos de madera noble con un gran salón con una vista espectacular al mar. Dispone de chimenea para el invierno. Una cocina con todos los electrodomésticos y un baño con plato de ducha en la planta inferior. En la segunda planta hay tres habitaciones, una con cama de 150 cm, otra con cama de matrimonio de 135 cm con acceso a una terraza con vistas a la montaña y la habitación con dos vistas individuales de 105 centímetros y vistas al acantilado.

Para los más pequeños hay un ático lleno de juguetes y libros además de una mesa de juegos (pequeño futbolín y billar) para los días lluviosos no aburrirse. Además de una televisión con la Nintendo WII. En el jardín hemos puesto la cama elástica.

El entorno

Estamos junto al Cabo de Ajo. Es Mar Cantábrico puro; se oyen las olas romper, puedes bajar andado a que te tocar el agua, se puede bajar a la playa por un bonito sendero o por el carril bici, hacer surf, buceo, rutas, ciclismo, MTB...Puedes rodear el pueblo andando por senderos junto al mar y la ría.

Es imprescindible ir en coche. La playa está a 3 km, el pueblo a 4km que tiene de todo abierto todo el año (supermercado, pescadería, carnicería, estanco, restaurantes, quiosco, peluquería, clínica fisioterapia, centro médico rural...)

Actividades y atracciones

Desde la casa se pueden realizar unos paseos increíbles junto al mar o la ría . El Faro de Okuda está a 800 metros.

También se puede practicar snorkel o surf en la playa que se ve desde la casa o en la playa de Antuerta.
Frente a la casa pasa un carril bici que recorre el pueblo y un río a treinta minutos andando.

El museo Guggenheim de Bilbao está a una hora de coche. El Centro Botín y el aeropuerto de Santander a media hora . Imprescindible visitar las cuevas prehistóricas de Altamira, del Castillo y del Soplao. O el zoo de Cabárceno que está a unos cuarenta minutos en coche.