Villa Claramar, AC, piscina privada, 900 playa

Fuimos un grupo de siete personas, de entre 23 y 26 años, que queríamos estar cerca de la playa y poder piscinear tranquilamente y hacer alguna barbacoa. Si bien la casa es una maravilla, no quiero dejar pasar la oportunidad para avisar a futuros inquilinos de ciertas cosas que me parecen fundamentales y que en el anuncio no se comentan. -Clara es vecina vecinísima de la casa, tiene puerta de acceso desde el jardín, se queda con llaves de la casa y entra sin avisar y sin siquiera llamar al timbre (está estropeado y se excusa con eso). Sería grave ya de por sí si lo hubiera hecho cuando nosotros estábamos en casa, pero también la pillamos in fraganti una vez que ella pensaba que nos habíamos ido porque no estaban los coches, salvo que había dos personas durmiendo la siesta y de casualidad la vieron. Teniendo en cuenta que habíamos tenido la confianza suficiente como para dejar portátiles, cámaras, móviles y carteras por la casa pululando, al menos avisa de que quizá entres... -La segunda noche que estuvimos allí, nada más terminar de cenar (once de la noche) nos tomamos una copa en la terraza y estuvimos charlando. Sin música, sin borrachera, todos sentados, hablando normal, como se haría en cualquier casa. Clara nos exigió que bajáramos la voz hasta que tuvimos que irnos a casa de otros amigos por no soportar más no poder ni hablar en el jardín a unas horas normales como las que eran. - Otra tarde, a las nueve y veinte exactamente, llegamos de la compra y se nos habían olvidado las llaves. Pitamos una vez, corto, "PI", para que nos abrieran. Salió el vecino gritándonos para que no pitáramos. -Supuestamente en la casa pueden dormir siete personas. Pues bien, la séptima persona tiene dos opciones: una, dormir en el salón en los sofás camas y sin intimidad ninguna ni armario; dos, dormir en una habitación que da al jardín y que no tiene cerradura alguna, por lo que si te vas de casa tus pertenencias se quedan al aire si no quieres estar traspasándolas dentro de casa todo el rato y si duermes, te puede entrar cualquiera teniendo en cuenta que es facilísimo entrar en casa saltando la valla. Por último he de decir que la playa no está tan cerca como parece y para ir andando con niños diría que es imposible. Buena ubicación en cuanto a la zona de bares para ir en taxis por la noche y tener tranquilidad durante el día.

La casa muy bien, Una amplia terraza. Lo de la mesa de ping pong, tambien bien. El unico pero, que la tv no tiene antena parabolica.

La casa estaba muy bien,muy limpia y bonita pero lo malo fueron los colchones que estaban muy blandos y dolia la espalda todas las mañanas,tubimos que cambiarlos por los de los sofás-camas. Por todo lo demás estupenda la estancia.Lo recomendamos sin duda.