Casa de piedra a la entrada del Cañón de Anisclo

El alojamiento

Casa Erde es un establecimiento compuesto por una casa de piedra de estilo rústico, la casa data del siglo XV y se encuentra en la bonita aldea de Puyarruego, a la entrada del Cañón de Añisclo y el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en la comarca de Sobrarbe, en Huesca. Casa Erde es una acogedora casa de campo de mis antepasados que ha sido restaurada y ofrece habitaciones con vistas a la montañas más emblemáticas del Pirineo Aragonés.
Casa Erde conserva elementos originales, como la fachada revestida de piedra, algunas de sus ventanas, las vigas de los techos y su antigua chimenea. Sus habitaciones son amplias con una decoración vintage. Las dos habitaciones disponen de conexión Wi-Fi gratuita y balcón con mesa y sillas. Tiene un baño grande con bañera y ducha. Un salon y una amplia cocina con salida al jardin. Tiene un pequeño jardin con mobiliario.

El entorno

Puyarruego es una aldea de 22 habitantes situada en el corazón del Pirineo aragonés, en la Comarca de Sobrarbe a la entrada del Cañón de Anisclo, Parque Nacional de Ordena y Monte Perdido.. Se encuentra a tan solo 12 km de la villa medieval de Aínsa. Goza de una situación privilegiada para todo el que desee disfrutar de la naturaleza más salvaje y de los paisajes más espectaculares del Pirineo.
La pequeña aldea se concentra en lo más alto de un estrecho altozano, por cuyos costados discurren los río Bellós y Yesa. En un extremo, y mirando a la inconfundible Peña Montañesa, se alza la iglesia parroquial del siglo XVI. Del mismo periodo es la casa Bardaxí con un pasad glorioso.

Las vistas que se contemplan desde Puyarruego son espectaculares. Al norte se alzan las cumbres del macizo de Monte Perdido, tercera elevación de la cordillera pirenaica. A su lado le acompañan las Tres Marías, el Castillo Mayor, Sestrales, Peña Montañesa....
El río Bellos, nace en las entrañas del Monte Perdido, desciende por el Cañón de Añisclo sorteando peñascos y desfiladeros y cuando llega a Puyarruego, el valle se abre y las aguas se remansan, creando pozas espléndidas para disfrutar de un baño.

En este pequeño y encantador pueblo nacieron y vivieron varias familias de “navateros” que dedicaban todo su trabajo y esfuerzo al aprovechamiento de la madera. Al llegar la primavera, y con ella el aumento del caudal de los ríos, los navateros construían las “navatas” o balsas hechas con los trancos cortados durante el invierno; una vez atadas descendían por el río Cinca primero y el río Ebro después, con el fin de alcanzar al Mediterráneo y vender en esas tierras la madera.

Actividades y atracciones

En función de vuestros intereses os ponemos en contacto con cualquier actividad de la zona a través de nuestros colaboradores: Senderismo, Paseos ecuestres, Fotografía en la naturaleza, Trekking, Rafting, Canyoning, Piragüismo, Recogida de setas, Bicicleta de montaña - BTT, Rutas en burro.