Casa para 4-6 personas en la playa, Málaga este

El alojamiento

Excepcionalmente situada, a dos pasos de la playa, de cientos de restaurantes, discotecas, bares, y todas las atracciones turísticas y culturales de Málaga, con acceso inmediato a la autovía, pero enclavada en un pequeño bosque de 650 metros cuadrados, Villa Leomar es un remanso de paz absoluta (salvo por las ardillas que a menudo se dejan ver por aquí) y un lugar ideal para disfrutar de familia y amigos a lo largo de todo el año. La casa acaba de reformarse con todas las comodidades y conservando el encanto de las construcciones antiguas (anchos muros que la mantienen fresca sin necesidad de usar el aire acondicionado si así se prefiere, techos altos, habitaciones muy amplias). Dispone de un porche de cuarenta metros cuadrados con solarium, ducha, hamacas, y zonas para comer y relajarse. Dentro hay dos habitaciones (una con una cama de matrimonio y otra con dos camas individuales), cocina independiente con gran despensa y aseo. El salón, además, cuenta con un sofá cama.

El entorno

Villa Leomar está situada en una zona residencial Pedregalejo, un antiguo barrio de pescadores de Málaga muy popular por su especial carácter e historia, su amplia oferta gastronómica y sus playas. A la casa se accede por una cancela situada en una calle peatonal, que da acceso al jardin y a las dos viviendas situadas en esta parcela, de las que se alquila la planta baja. A cinco minutos andando de la casa hay un pequeño mercado con pescado fresco y fruta, una biblioteca pública, cafés y restaurantes y la playa. A diez minutos andando se encuentra el supermercado más cercano, y hay otras tres grandes superficies accesibles muy cerca (entre dos y cinco minutos en coche). A unos cincuenta metros de la casa hay una zona pública donde se puede aparcar.

Actividades y atracciones

Villa Leomar permite disfrutar de la amplia oferta cultural, gastronómica, turística y deportiva de Málaga y su provincia sin sacrificar el descanso deseable en unas buenas vacaciones. La vivienda da la impresión de estar enclavada en un paraje natural, donde sólo se escuchan los pajaritos. Si en la misma familia o grupo de amigos hay amantes del campo y de la playa, de la ciudad y del pueblo, de la fiesta y la tranquilidad, este alojamiento puede hacer que llueva a gusto de todos. Caminando o en bicicleta, puede disfrutarse de los mejores atardeceres de la ciudad en el antiguo balneario de los Baños del Carmen, exposiciones en el museo Picasso o el Pompidou, cursos de paddle surf, jornada de tapas por las tabernas del centro de la ciudad,paseos en barco, etc. Y a un paseo en coche o en tren se encuentran playas enclavadas en parajes naturales, pueblos monumentales o lugares únicos para el senderismo como el caminito del Rey y el Torcal, además de las numerosas atracciones turísticas de la Costa del Sol (Zoo de Fuengirola, Selwo, Sealife, etc) y una amplia oferta de espectáculos, música en vivo, danza y teatro.