Casa Lina Medina

El alojamiento

Poco más abajo, al borde de la estrecha vereda que conduce a La Peinada, sorteado el morro de tuneras y guiados por la copa del barbusano, encontramos la casa de Petra Medina. Diferencias sociales la separan de la casa de los Tres Pinos. A pesar de que mantuvieron una amistad convencional, dada más por la proximidad y la necesidad, que por relaciones de simpatía, siempre se mantuvieron un poco distantes, y aunque sus casas eran diferentes, presumieron frente a sus vecinos de su techado de tea que con el tiempo demostraría su solidez y pervivencia. Su referencia fue el mar, el eterno mar, siempre en frente al que elevaban la vista cuando la aguja hacía una parada en su incansable giro, dejando sobre los manteles una filigrana de delicado bordado. Petra, Juana, Severa y Lina aprendieron en la choza de las hortensias el oficio de su madre, mientras cantaban las canciones de moda y esperaban con ilusión trasladarse a la casa que construían a la orilla de la nueva carretera. Años después Lina Medina dedicaría la casa abandonada a bodega, por lo que los que entran en la actualidad sienten el deseo imperioso de tomar un buen vaso de vino en las noches limpias mientras contemplan el cielo mas estrellado del mundo. La Casa Rural Lina Medina cuenta con 100m2 de construcción y:

- 3 dormitorios con 2 camas individuales de 90x1,90 en cada habitación
- 3 baños; 2 con ducha y uno con bañera
- Salon - cocina - comedor con chimenea
* Equipamiento de cocina: cafetera, horno grande, vitrocerámica, nevera-congelador, lavadora
- Piscina privada
- Barbacoa
- Jardín
- Hamacas
- Conexion Internet con wiffi gratuita Casa Rural Lina Medina se encuentra en la Villa de Mazo, también llamada Villa del Corpus, por celebrarse allí este día con singular devoción, confeccionando tapices, arcos y alfombras artísticamente decorados con productos vegetales, en los que se refleja el arte y la destreza de los hombres y mujeres de este pueblo.

Es Mazo un pueblo eminentemente agrícola y rural, como toda la isla de La Palma, pero también es un pueblo culto; de su seno han salido numerosos hijos ilustres, de los cuales se sienten, con razón, muy orgullosos los "mazuqueros".

La artesanía juega un papel fundamental entre sus gentes, especialmente la mujer, que es famosa bordadora. En el casco urbano existe una escuela de artesanía donde se imparten clases en distintas modalidades. En el Hoyo de Mazo, en el Molino, Ramón y Vina tienen un taller de cerámica, donde reproducen fielmente la extraordinaria cerámica aborigen.

Su principal riqueza agrícola es el vino, especialmente los famosos "vinos tintos del Hoyo", que son comercializados por una asociación de viticultores.
El templo de su patrón, San Blas, es una bella construcción con tres naves, del siglo XVI. Villa de Mazo es un pueblo de tradición artesanal y una muestra de ello la encontramos en los arcos y tapices que adornan las calles del municipio durante la festividad del Corpus Christi, declarada de Interés Turístico Nacional y de la cual podemos disfrutar a modo de ejemplo en el Museo Casa Roja, junto con algunas muestras de bordado.