Villa LUNA a 1500 m de la playa

La entrada es a las 17, que como hay tanta cola en la agencia, se convierten en las 18. En la casa no hay aire acondicionado y hace muchísimo calor. Como no hay mosquiteras, apenas puedes ventilar porque te comen los mosquitos literalmente. Es bastante llamativo que la casa está plagada de sprays antimosquitos, aparatos eléctricos para mosquitos y velas.... Presagio de lo que pasará. Hay un árbol de flores en la zona para comer por lo que mientras comes no hay más que mosquitos y avispas. Además el olor a desagüe en la casa es continuo y muy desagradable. Las camas, un cilicio. El servicio de limpieza está incluido en el precio y dos días antes, te escriben un mensaje para que antes de dejar el alojamiento, laves las fundas de los colchones y almohadas en programa corto (muy poco higiénico) para que puedan estar secas cuando entren los siguientes. Todo muy cutre. No repetiríamos nunca!!!!!

La casa en general, perfecta un sueño en la tierra, pero el descanso también es muy importante y todos los colchones d la casa, dejaban mucho que desear, un varias ocasiones se fue la luz por tener puesta la lavadora, la vitro y una plancha para carne/pescado que llevábamos nosotros, tendría que tener más potencia

Para empezar, los colchones necesitan un cambio todos. La piscina sucia desde el primer día. No usábamos crema como nos quisieron decir, como si fuese culpa nuestra. Todos tuvimos picaduras de insectos, no había mosquiteras en ninguna ventana. Tampoco tiene aire acondicionado con lo que la estancia justo en la semana de más calor fue algo insoportable. Por mejorar, también el sofa, un amasijo de hierros. La puerta de el baño de arriba te puedes quedar encerrado. No tiene lavavajillas, y no te dan más que un juego de llaves con lo que como no hay portero en la urbanización, si uno se va y se lleva las llaves pues te has quedado encerrado. Y esa fue nuestra "fantástica" semanita en peñíscola.