Villa de 1 habitación a 12 km de la playa

El alojamiento

El piso tiene 110 metros cuadrados, capacidad para 8 personas, es bonito y característico, con paredes de ladrillo visto, chimenea y estufa de leña. Da al patio y tiene delante un bonito pórtico de 30 metros cuadrados. En la parte trasera, al lado del horno de leña, una pérgola cubre una mesa para comer y cocinar al aire libre.
En el interior hay dos dormitorios dobles, dos sofás cama y camas supletorias si es necesario, un cuarto de baño, una amplia cocina y un gran salón con vigas especiales del color del arco iris, sistema WiFi de 4 vías.

El entorno

Casale Civetta se encuentra en un parque arbolado con senderos para paseos internos cortos interrumpidos por puntos de descanso con mesas de piedra.
Amplios espacios abiertos pavimentados con ladrillos donde se puede caminar descalzo.
Una piscina con vistas a las colinas y las copas de los árboles.
Un taller de esculturas de toba.
Árboles frutales que se pueden coger libremente.
Animales en libertad, loros, peces, gatos y gallinas.
Amistad, familiaridad, sencillez, arte, hospitalidad y compartir la propia humanidad.
Casale Civetta está en plena naturaleza.
Al otro lado de la puerta, las carreteras rurales serpentean por las colinas y se bifurcan en caminos rurales al borde de setos, zanjas, campos arados o cultivados.
Amplios claros verdes donde los animales pueden pastar libremente.
Naturaleza sencilla y practicable.

Actividades y atracciones

nmensos espacios abiertos hacia el mar en la distancia, las montañas, verdes colinas y pequeños pueblos donde parece que el tiempo se ha detenido.
Esto es Le Marche, una tierra fronteriza, un pequeño continente, donde entre el mar y la montaña hay 50 km de colinas con las geometrías más extravagantes de formas y colores.
Varias ciudades de arte y pueblos antiguos están al alcance de la mano: Senigallia, Fano, Urbino, Corinaldo, Mondavio, Jesi, Loreto, Sant'Angelo in Vado y Gradara, así como Gubbio, Asís, Perugia, Arezzo, Cortona y Siena.
A orillas del mar, dos establecimientos afiliados admiten perros.
En la montaña, a pocos kilómetros, bosques y espléndidos paseos por los Apeninos, llenos de pueblos como belenes vivientes.
Los campos arados de las Marcas, sobre colinas que parecen tranquilas olas, se peinan suavemente.
Una transformación particular. Sinergia entre el hombre y la naturaleza. Combinar la muerte con el nacimiento, en el ciclo eterno de la Madre Naturaleza.