2 casas

Todo perfecto. La situación es privilegiada en plena montaña y solo oyendo los pájaros al despertar. La casa limpia y totalmente equipada. Y ariana y su madre muy amables y dispuestas a ayudar

Hemos pasado unos dias estupendos aquí. Hay una ruta de senderismo muy curiosa que llega hasta el santuario de Sta. Lucía con unas excelentes vistas. Hay muchos lugares interesantes en las cercanias, la gastronomia en Portugal siempre es excelente, en definitiva muy recomendable.

Hemos pasado 15 días en Casa Margarida y la experiencia no puede haber sido más positiva. La casa se sitúa en la zona de Viana do Castelo, y está a cinco kilómetros aproximadamente de la playa. Se accede a la propiedad a través de una frondosa carretera rodeada de bosques y vegetación. A pesar de estar tan cerca de una población grande, en la casa te sientes como si estuvieras a cientos de kilómetros de la "civilización" al estar situada ésta en plena naturaleza. A pesar de que en las fotos se ve bonito el lugar, cuando llegas te sorprendes ya que es aún mucho mejor de lo que aparece en las imágenes; el jardín (por llamarlo de alguna manera, porque es mucho más que eso, es un terreno como de una quinta) es enorme, bien cuidado y con multitud de árboles y plantas de todo tipo, maravilloso en una palabra. La piscina está muy limpia y cuidada, y ubicada en una zona del jardín preciosa rodeada de árboles y vegetación. Por la noche no se oye ni un ruido, sólo calma y tranquilidad, una maravilla. La casa en sí está reformada, bien cuidada y las habitaciones son amplias. Dado que estábamos alojados en la casa grande, disfrutábamos de un exuberante jardín "particular" por la parte trasera de la casa con plantas aromáticas y árboles (frambuesas, limoneros, moras etc.) que hacía que al levantarte por la mañana disfrutaras de un delicioso olor a plantas y flores. Desde la casa hemos visitado cómodamente (ya que se accede muy fácilmente a varias autopistas) sitios como Braga, Guimaraes, Ponte do Lima, etc. Capítulo aparte son las propietarias de la casa. Si normalmente los anfitriones lógicamente suelen ser amables y atentos con los clientes que van a hospedarse en sus casas, en este caso va más allá. Margarida y Ariana son absolutamente encantadoras, generosas, confiadas y sobre todo buena gente. Hemos estado encantados con ellas, que no sólo han sido amables y atentas con nosotros, sino también serviciales y de gran ayuda, ya que han estado siempre pendientes y recomendádonos sitios y cosas para hacer por la zona. Muchas gracias por todo a las dos. Podía estar hablando horas y horas de las maravillas de este lugar y de sus propietarias, pero para resumir diré que es un lugar de vacaciones totalmente recomendable. Esperamos volver porque es un remanso de paz y una maravilla para la vista.